el eco en el caparazón de un molusco
-Argumento-
Una Kangoo avanza por una descuidada ruta que atraviesa la estepa patagónica. Manu y Guille se dirigen hacía Camarones, Chubut. Ambos lucen barbas y varias capas de ropa sucia que denotan el paso de los días en viaje.
En el asiento del conductor, Guille disminuye la velocidad y se acerca a la banquina hasta detenerse, baja a orinar mientras el sol cae. A medida que avanzan, Manu observa desde su ventana imágenes de la ruta: alambrados, carteles, ranchos, animales y altares. La camioneta entra a una playa y estaciona allí.
Años atrás, en esa misma playa, había un auto viejo y destartalado. Nico, vestido con ropa para pescar y armado de su caña y su balde, camina por la arena. Ve una cama en la orilla del mar. Saca un cigarrillo de su abrigo y no encuentra su encendedor. Una voz lo llama a sus espaldas y él se vuelve.
En el mismo lugar, Guille le ofrece a Manu su encendedor. Manu, parado dónde estaba Nico, se acerca a tomarlo. Ya no hay ninguna cama. Manu y Guille observan el mar mientras fuman.
Por la noche, Manu y Guille duermen reclinando los asientos delanteros de la camioneta, todavía estacionada en la playa. Un pequeño haz de luz irrumpe en la oscuridad hasta reflejarse en la cara de Manu, se mueve hacia su ojo y termina despertándolo. Manu abre la puerta y camina por la playa hasta llegar a lo que parece ser la fuente de la luz, enterrada en la arena. Desde el mar, una figura encapuchada sale parcialmente del agua, observándolo en silencio.
El murmullo de muchas voces ininteligibles proviene del suelo. Manu se agacha para escucharlas mejor y empieza a escarbar la arena con sus manos. A medida que lo hace, las voces aumentan en volumen. Finalmente, encuentra un gran molusco luminoso. Las voces van bajando su intensidad hasta volverse un susurro. Manu se lo lleva a la oreja.
El molusco le habla, en código poético, sobre Nico, su hermano. Manu descontento con el misticismo del molusco y frustrado con la falta de respuestas, lo tira al agua, para darse cuenta que está hasta la cintura en ella, el molusco sigue hablándole al oído, Manu nota la figura mirándolo y vuelve a la camioneta, está amaneciendo. Encuentra a Guille esperándolo, Guille le hace un chiste y en lugar de Manu, Nico le responde con otro. Nico guarda la pesca del día en el auto y se van.
Manu y Guille continúan su viaje, viendo los distintos paisajes, comen en paradores de la ruta, donde va Manu nota moluscos en distintos lugares. En una parada, Manu le pide el encendedor a Guille, quien lo manda a buscar entre sus pertenencias, en su mochila encuentra una postal de Nico con un molusco enorme en sus brazos y se la guarda. La Kangoo llega a una playa donde hay un colectivo abandonado. Manu y Guille bajan sus cosas de la camioneta al colectivo. Ya en el colectivo, debaten sobre tipos de cigarrillos y la conversación se entremezcla con un diálogo entre Nico y Guille sobre el mismo tema. Manu y Guille se acuestan en sus bolsas de dormir y Manu exclama que ya está cansado de viajar y quiere llegar, Guille lo contiene. Manu se tapa hasta la cabeza y cierra los ojos.
Manu despierta en una cueva escenográfica y encuentra al molusco brillante en el suelo. Se lo lleva al oído y le pregunta qué sabe sobre la muerte de su hermano, el molusco le muestra a su hermano y Manu lo sigue a través de la cueva. Manu sale del túnel y llega a la entrada de la cueva real, dónde está Guille esperándolo. En la cueva conversan sobre cómo los Galeses sobrevivían en esas cuevas a pesar del mar que todo lo devora.
Manu y Guille pasan la noche en un en un camping, tienen una charla en las duchas que se interpola con una charla entre Nico, Guille y una figura encapuchada. Manu y Guille llegan a una pequeña casa en Camarones. Intentan abrir la puerta pero la cerradura está vencida. Un vecino los ve y les recomienda ir a LA ISLA, un supermercado en donde le consiguen un cerrajero. Ya dentro de la casa beben. Luego de varias botellas,Discuten acaloradamente sobre temas varios, en palabras cada vez más largas y anticuadas, Guille da un discurso borracho. Por la mañana Manu y Guille guardan libros en cajas. Una caja se desfonda y Manu sale a frustrado a fumar. Manu se baña en una bañera y un tiburón se asoma en el agua. Conversan sobre Nico y su extraña forma de ser cuando eran niños. A la madrugada Guille encuentra a Manu desesperado metiendo objetos en cajas. Se van a dar una vuelta por el pueblo para intentar distraerlo. Escuchan mensajes rurales en la radio y ríen por lo bizarros que son. Sentados cerca del mercado, se dan cuenta que el día estará demasiado ventoso para salir y deciden comprar provisiones de comida y alcohol. Llegan a una estación de servicio y Manu baja al baño. Manu atraviesa la puerta para salir y se encuentra solo en medio de la estepa, intenta volver a la puerta pero ya no está. Camina por horas solo, se encuentra un barco abandonado y se sube para explorarlo y encuentra a Guille esperándolo.
Manejan por la Ruta y encuentran un animal muerto. Lo entierran y conversan sobre la muerte. A la mañana siguiente, Manu y Guille están desayunando mates y bizcochos. La charla llega al único tema que no tocaron estando borrachos, la muerte de Nico. A Manu le extrañan las respuestas de su amigo y le pregunta: “Pero vos no estuviste ahí?”. De repente, en vez de bizcochos, Manu está masticando almejas. Intenta girar la cabeza, y se da cuenta que es la única parte de su cuerpo que no está enterrada en la arena. Frente a él hay a un misterioso hombre enmascarado, quien carga a Nico en sus brazos.
Manu, Guille, Nico, el Molusco, El tiburón y todos los personajes, tienen un intenso diálogo en el que imaginan cómo murió Nico. Manu recorre paisajes desolados y situaciones extremas hasta hundirse en el mar, en donde encuentra una cama sumergida. Se acuesta en la misma y a punto de ahogarse, toma conciencia y la cama emerge. Manu está acostado en una cama en la habitación de la casa de Nico. Guille está en otra cama mirando el techo. Intercambian unas palabras. Al día siguiente Manu termina de cargar la Kangoo, la cual tiene espacio para una sola persona, se sube, se despide de Guille y maneja solo hacia su hogar.